Enumerar arenas, II
acabamos esperando, y aquella espera infinita que es : estar despierto, ponerse a ver, meterse en escena, buscar hilos conectivos, percibir, apuntar químicamente, sintetizar, recordar, homenajear y criticar, ver porque hay que ver...
aquella espera no desvanece en conseguir algo buscado, ni en deshacernos de hábitos ni de expectativas dificultades por los hechos, porque los hechos son parte de la imparable "extensión" de la ideografía plegada de quién sabe cuántos...
pliegues de significado o intención amontonados sin cesar, sin consciencia de que en su suma sumarán una forma, un paisaje, que conllevará sus propios significados, y exigirá que alguna consciencia tome nota de aquéllo y lo aplique, para vivir más. ver porque hay que ver, y seguir la espera generativa de consciencia...
y esa espera consciente, ese ser siendo la espera, con ganas y resistencia, es, como dice Esterházy, "una bestia salvaje que yo alimento con mis ensoñaciones, como si fuera vegetariana"...
somos la bestia vegetariana domesticado, somos la resistencia a la espera y el alimento que crea más hambre, somos el paisaje y la cartografía, el afecto y el afecto difuminado en la fragmentación de la consciencia...
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