Enumerando arenas, VII
Existen momentos inmejorables, temporadas, ambientes, amistades, que existen justo porque están en la cumbre de lo que pueden llegar a ser, nunca serán más : y por algo existe la teoría de que todo es así, todos los momentos, todos los irrevocables fallos de lo que "nos toca" vivir, todo el sistema inmunológico psíquico que no sabemos desmentir...
y me digo, reflexionando, que esa manera que tiene la gente de forzar la postura que mantiene que las "tendencias", la superficie de costumbre, el ritmo de la muestra de lo que tiene que ser, aunque haya algo más hábil, más entero, más tierno debajo, tiene una lógica también irreductible, y no distorciona sino que revela la verdad de las cosas...
o sea, uno pone esfuerzo cuando pueda, y cuando no, no, y los "si fuera así" o "si hubiera sabido" no valen porque pretenden algo tan imposible como injusto : forzarnos a alejarnos del tiempo, que por muy cabrón y devastador que sea, nos da todo lo que tenemos y es la sustancia —aunque efímera— de la existencia como tal...
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